Por eso se opone a que su hija pase por lo mismo e incluso acoge en su casa a cuatro niñas que han escapado del ritual (Moolaadé o derecho de asilo).
Conocida como "salindé" en lengua mandinga, esta, según el propio Ousmane Sembene, "es un gran acontecimiento en la vida de una mujer y suele tener lugar a los siete años, bajo la mirada condescendiente de los hombres.
La purificación se remonta a tiempos inmemoriales, pero ella está empeñada en desafiar la tradición.
La misma Collé le dice a su hija en un determinado momento: "No te avergüences de ser una bilakoro.
Al respecto considera: La "salindé" permite a los hombres controlar la fidelidad y la sexualidad de sus mujeres.
Se considera entonces que, para alcanzar la modernidad, es necesaria la superación de dichas tradiciones y costumbres entendidas como una carga del pasado.
Ejemplos de lo primero los encontramos en diversos momentos y resulta sencillo identificarlos.
Para ello el personaje del comerciante al que llaman Mercenario resulta clave.
Los diálogos entre este e Ibramina, el joven llegado de África, por ejemplo, ilustran esta idea.
En otro momento, cuando el Mercenario le cuenta a Ibrahima porqué le echaron del ejército, explica que "nos mandaron a la enésima misión de paz con la ONU, íbamos a Oriente Próximo, y nos dimos cuenta, mis compañeros suboficiales y yo, de que los oficiales se quedaban con parte de nuestro sueldo.
Pero en la película no sólo aparece este distanciamiento, sino también la atracción de mucha gente africana siente hacia Occidente y sus riquezas, representada en la forma cómo la comunidad recibe a Ibrahima cuando éste llega de Francia.
Como todos los pueblos de este planeta, tenemos fuerza y cualidades.
Debemos rehusar vivir en una autarquía, pero sabiendo lo que es bueno para nosotros y llevarlo a cabo."
Esta parece ser la visión con la que el director de Moolaandé resuelve la controversia planteada.
Al respecto, Sembene ha afirmado: "La antena de televisión dice claramente que África no puede quedarse replegada sobre sí misma.
Portador de presagios funestos, ningún hombre, mujer o niño se atreve a ignorarlo.
El tercer tema que pone en evidencia la película es la lucha de las mujeres rurales africanas por generar cambios y mejorar su vida.
Resulta interesante ver cómo la propia tradición aporta recursos y herramientas para la transformación de la sociedad.
El pozo en torno al que se juntan las mujeres en esta película es este espacio de encuentro y autonomía.
En muchos países del Sur estos momentos y espacios son fundamentales en la vida de las mujeres rurales, algo que la película refleja muy bien.