Además, también se utilizaron como música de duelo y en el espíritu funerario.
En esta semántica, Schubert también utiliza el ritmo de pavana para caracterizar a la muerte.
“Tonalidad menor – ritmo rápido e irregular – melodía inquieta, irregular, predominantemente ascendente – fuerte – registro alto” [1] y la repetición de acordes en corcheas en el acompañamiento del piano, cambiando constantemente entre la mano derecha e izquierda, que quieren caracterizar la angustia de la doncella.
La segunda observación se refiere al inicio del ritmo de pavana en el verso de la doncella al comienzo del cuarto verso (“y no me toques”).
La melodía es una línea descendente, forzada aún más por la secuencia posterior en re menor en los compases 18/19.
Por tanto, el lied es también una expresión de la cercanía a la muerte, que en el romanticismo no se percibía negativamente, sino como una liberación de tensiones que no se podían resolver en la vida.
Añadió a la melodía un nuevo texto escrito por él mismo: “Peregrinos en la tierra, corran hacia su destino”.