A su vez, en ciertos casos son consumidos por vertebrados que también los usan como toxinas para su defensa, por ejemplo anfibios (batracotoxina), serpientes e incluso aves (Pitohui).
[7][8] = Muchos insectos tienen sabores desagradables para los depredadores y excretan compuestos tóxicos que causan enfermedad o muerte cuando ingeridos.
Los metabolitos secundarios obtenidos de las plantas pueden ser secuestrados por los insectos y usados para producir sus propias toxinas.
Está en duda cual es la estrategia más económica, obtenerlos de otras fuentes o producirlos originalmente.
En cambio, las polillas del género Zygaena (familia Zygaenidae) han desarrollado la capacidad de producir o sintetizar sustancias tóxicas.