Bizcocho de soletilla

Tiene numerosas denominaciones según los países donde se elaboran y consumen.Es habitual también cubrir la cara superior con una fina capa de azúcar glas.[2]​[3]​ Por su consistencia esponjosa los bizcochos de soletilla absorben fácílmente los líquidos sin deformarse por lo que son ideales para mojar.En España, como en muchos otros países, se consumen tradicionalmente en la merienda para acompañar un chocolate caliente o un café.En la repostería francesa los bizcochos de soletilla se pueden utilizar como base del pastel llamado carlota.
Bizcochos de soletilla listos para ser merendados.
Cuadro anónimo alemán de 1863 con unos bizcochos de soletilla, una copa de vino y un petirrojo .