"[1] Por otro lado, los americanos serían perdonados, incluso si cooperaban con las autoridades españolas.
En febrero de 1813, al concluir la campaña, Juan Bautista Arismendi, por órdenes de Bolívar, mandó a fusilar a 886 prisioneros españoles en Caracas.
Para engrosar su número añadió inclusive a los enfermos en el hospital de La Guaira (cerca de 500 a 1000 entre los días 13 al 16 del mismo mes).
[3][4] Bolívar escribió los detalles al Congreso de Nueva Granada.
En consecuencia, entre 1815 y 1817 fueron implicados y sentenciados a muerte varios ciudadanos distinguidos de Nueva Granada, cabecillas de la revolución, siendo ajusticiados a manos del ejército pacificador venido con el general Pablo Morillo.