El modernismo marcó su creación literaria, en gran parte dedicada a la vida y costumbres madrileñas del siglo xix y primer tercio del siglo xx.
En otras fuentes se le ha supuesto hijo natural de la reina Isabel II y un eclesiástico.
Al estallar la guerra civil española huyó primero a Tánger, temeroso de la revolución, y luego a Venezuela donde vivió durante once años.
Sus simpatías prosoviéticas y la estimación oficial y el título de Cronista de la Villa durante los periodos liberales o republicanos del primer tercio del siglo xx, le depararon, a su regreso en 1946 a la España franquista las consecuentes dosis de rechazo y marginación, a las que quizá contribuyó su conocida homosexualidad.
Muchas de sus obras fueron publicadas primero por entregas en diversos periódicos y revistas.