Considerada generalmente como musicalmente inferior a la primera, con la excepción del monólogo de Dardanus acompañado por bajo continuo, "Lieux funestes".
El público no se entusiasmó con la ópera, e incluso Jean-Baptiste Rousseau calificó la música como barroca, término que para la época era un insulto.
Iphise acepta la alianza y planea visitar al mago Ismenor para poner fin a su mal de amor.
Quien aparece en primer lugar es, sin embargo, Antenor, quien confiesa al falso Ismenor el amor que siente por Iphise.
A continuación comparece Iphise, quien revela al falso mago su amor por Dárdano y le pide ejerza su magia para liberarla de tal tormento.
Allí presencia a Antenor, quien se enfrenta al monstruo en medio de una violenta tormenta.
Antenor regala su espada a su anónimo salvador y promete otorgarle lo que esté en su mano.
Dárdano es conducido al altar para ser sacrificado y muestra la espada que le dio Antenor.