[3][4] En 1812 el cardenal Fesch le envió a Kassel, donde entró en la corte de Jérôme como pintor ordinario.
[3] Como recompensa, el rey le envió a Italia, pasando por ejemplo por Bolonia.
[5] Retornado a París hacia 1827, se instaló en un pequeño taller dela calle Cassette y continuó exponiendo con bastante regularidad pinturas y acuarelas realizadas a partir de sus bocetos en Oriente.
[3] Otras obras suyas fueron La vierge de la Thyamis, Vista de las Termópilas, Repas du gouverneur d'Athènes, Rue d'Athènes, Camp du prince Soutzo.
[3] En 1837 envió al Salón un gran cuadro representando el Couronnement de la première rosière par saint Médard.