Dalmau de Mur

- 1408), quien estaba conectado con la familia real aragonesa al haber acompañado al entonces infante Martín de Aragón a Sicilia, y Beatriz Alemany de Cervelló y Queralt, Barones de Mur, Albi y Cerviá.

En total tenía cuatro hermanos:[2]​ Debido a su improbable acceso a la herencia de alguna de las baronías de su familia debido a la existencia de dos hijos varones mayores, su vida eclesiástica empezó pronto, estudiando seguramente en la Universidad de Lérida y ya en el 1399 aparece como párroco en el valle en Valls y según Ramón Gaya Massot fue Canónigo en la Catedral de Lérida en el 1405, mientras que en 1409 aparece como tal en la de Gerona al igual que también llegó a ser el embajador del rey Alfonso V en la corte francesa en el 1418.

Para fortalecer las posiciones de la iglesia aragonesa, consiguió que los obispados de Segorbe y Albarracín se hicieran sufragáneos del de Zaragoza, aunque eso no impidió al final que la Catedral de Toledo ejerciera la Primacía, a lo que siempre se opuso y, de hecho, poco después de su fallecimiento, los Reyes de Aragón ya no sería coronados en La Seo (el último fue Carlos I).

[6]​ La organización de la Archidiócesis zaragozana le permitió, no obstante, una febril actividad, en la que aprovechó su vertiente como mecenas y protector de las artes, que le devino en una dedicación por Pere Tomic en su obra Histories e conquestes dels Reys de Arago e Comtes de Barcelona.

Fue el fundador de la Cofradía de la Virgen del Pilar, cuya advocación tomó mayor cuerpo durante su mandato y que incentivó.

Tarja y pavés de Dalmau de Mur y Cervelló procedentes de la Cartuja de Vall de Cristo , actualmente expuestos en el Museo de Bellas Artes de Castellón .