La escritura cuneiforme nace en Mesopotamia, en primer lugar, ante la necesidad de contabilizar bienes y transacciones ante una finalidad contable.[5] El cuneiforme se escribió originalmente sobre tablillas de arcilla húmeda, mediante un tallo vegetal biselado llamado cálamo.En un principio, la escritura a base de pictogramas no era adecuada para escribir conceptos abstractos, los verbos y sus tiempos, los pronombres, etc.Con el paso del tiempo, aplicando similitudes semejantes, se creó un corpus silábico, usado preferentemente para expresar ciertos elementos gramaticales y conceptos abstractos.Al final de este proceso, por ejemplo, el símbolo que se leía como an, además del silábico, podía tener otros dos significados: el concepto ‘dios’ o ‘cielo’ y un determinante para indicar que algo tenía naturaleza divina o celeste.En los siglos sucesivos, tal variedad se redujo enormemente, hasta que durante el período acadio eran usados con asiduidad unos 600.Su periplo fue en su época -y aún hoy en día- mucho más conocido que el de Silva[10].El título de su obra: Dactuli pyramidales seu cuneiformes, dio nombre a esta original escritura.Más tarde Henry Creswike Rawlinson (1810 - 1895) logró descifrarlo gracias a la inscripción trinlingüe de Behistún, que contiene escritura persa, elamita y babilonia.Rawlinson dedujo que el persa antiguo usaba un alfabeto silábico y lo descifró correctamente.Trabajando de manera independiente, el asiriólogo irlandés Edward Hincks también contribuyó al descifrado.Pronto se les unieron otros dos criptólogos, un joven estudiante de origen alemán llamado Julius Oppert y el versátil orientalista británico William Henry Fox Talbot.En 1857 los cuatro hombres se conocieron en Londres y tomaron parte en el famoso experimento para comprobar la precisión de sus investigaciones.La arcilla era un material cómodo para escribir, pero su conservación a través del tiempo resulta frágil, por esta razón solo han quedado las que fueron cocidas.* Los primeros textos se remontan a la primera mitad del III milenio a. C. Se trata de una lengua semítica, es decir está relacionada con el eblaíta, el ugarítico, hebreo, fenicio, arameo, árabe, sudarábigo y etiópico, por esta razón su desciframiento ha resultado más sencillo.También se hallaron textos en hurrita en los archivos hititas de Hattusas (c. 1400 a. C.), introducidos con la palabra hurlili, en Mari (c. 1750 a. C.) y en Ugarit (c. 1500 a. C.).En el gran palacio del rey hitita se encontró un archivo real de 10 000 tablillas.Por esta razón la profesión del escriba estaba muy bien considerada y era de carácter hereditario El aprendizaje de los escribas comenzaba desde temprana edad y estaba bajo la protección de la diosa sumeria Nisaba, esto podemos saberlo por los numerosos textos que encontrados que terminan con el comentario “Nisaba zami” (¡oh, Nisaba, loor!), aunque posteriormente su lugar fue ocupado por el dios Nabu de Borisippa cuyo símbolo era una cuña.Parte del aprendizaje inicial también recaía en “un gran hermano”, que era el estudiante de más edad.Practicaban con cuneos verticales, horizontales e inclinados una y otra vez y luego comenzaba con la lista de signos básicos que no se aprendían como una serie de signos individuales sino también asociados a las diferentes sílabas que podían representar.Cuando el alumno perfeccionaba la técnica, podía comenzar a aprender y escribir literatura sumeria.Gran parte de ella se ha conservado precisamente gracias a copias escolares.Cada copia tiene ligeras diferencias que dificultan la reconstrucción de la forma original del texto.
Muestras de escritura cuneiforme dibujadas a pluma en los
Comentarios de don García de Silva que contienen su viaje a la India y de ella a Persia
, Biblioteca Nacional de España, manuscrito 553.