Cuentas por cobrar

Asimismo, existen cuentas por cobrar no comerciales, que derivan de diversas transacciones internas de la organización, como préstamos a empleados y anticipos a empleados, entre otros.

[4]​ Las organizaciones tienen como objetivo cobrar todas las facturas pendientes antes de su vencimiento.

Para las organizaciones, resulta clave que los plazos de vencimiento de las facturas sean lo más cortos posible, y conocer las diferentes fórmulas para hacer efectivo su cobro, como el confirming y el factoraje.

[5]​ Las cuentas por cobrar pueden impactar la liquidez de la organización, por lo que es importante prestar atención a estas métricas.

En consecuencia, el riesgo de inversión debe ser lo más pequeño posible.

[8]​ Dado que no se cobrará el total de las deudas de los clientes, las organizaciones estiman el monto y luego registran una provisión para las cuentas incobrables,[9]​ que aparece en el balance general como una contracuenta que compensa el total de las cuentas por cobrar.

Para determinar el valor neto apropiado para las cuentas por cobrar, se consideran factores tales como:[14]​ Las organizaciones tienen a su disposición dos métodos para medir el valor neto de las cuentas por cobrar:[13]​[1]​ Ambos métodos no son mutuamente excluyentes, y algunas empresas tendrán una provisión para deudas dudosas, cancelando deudas específicas que saben que son incobrables (por ejemplo, si el deudor ha entrado en liquidación).

[15]​ Una empresa solo puede obtener alivio para deudores específicos que se han vuelto incobrables; sin embargo, para fines de información financiera, las empresas pueden optar por tener una provisión general contra deudas incobrables consistente con su experiencia pasada de pagos de clientes para evitar sobreestimar los deudores en el balance general.