A iniciativa de la plataforma ciudadana La Cruz del Inglés 2012, se rotuló así a la glorieta existente en la intersección de las calles Arahal, Bailén, Madueño de los Aires, callejuela del Carmen y avenida Antonio Mairena, al mismo tiempo que se erigió un monolito al comienzo de la calle Arahal en recuerdo del lugar exacto donde estuvo situado el primitivo humilladero.
Desde entonces, para los habitantes de Alcalá de Guadaíra aquel humilladero y sus alrededores fueron conocidos como la Cruz del Inglés, incluso a pesar de que con el paso del tiempo tanto la cruz como la lápida funeraria que allí se colocó desaparecieron del lugar; y a pesar también de que la historia sobre el origen del topónimo cayera prácticamente en el olvido entre la población.
Sin embargo, el teniente coronel Colquitt no pudo ir junto a su compañía por permanecer convaleciente de unas fiebres que le sobrevinieron justo al concluir el ataque del Puente de Triana, posiblemente debidas a una epidemia de tifus que sufría la ciudad y agravadas por el debilitamiento físico producido por las continuas marchas a pie y el calor de aquellos días.
El 4 de septiembre Colquitt fallece en Sevilla pero su compañía, por aquellos momentos destinada en Alcalá, reclama su cadáver para enterrarlo con un funeral según el rito anglicano y para rendirle honores militares.
Sir James Fellowes (c.1771-1857), jefe del departamento médico del ejército británico en España, se encontró de manera casual con el lugar donde había recibido sepultura su amigo John Scroope Colquitt.
[2] La nueva Cruz del Inglés fue concebida como un sencillo monolito compuesto por un pedestal de inspiración clásica que integrara verticalmente a la réplica del epitafio en una de sus caras.