Recibía su nombre en honor a la segunda consorte del rey Alfonso XII, la Reina María Cristina de Habsburgo-Lorena.Las obras transcurrieron con grandes retrasos, debido a la falta de material.En 1891 fue destinado al Apostadero de Filipinas, donde permaneció toda su vida activa.Sufrió incendios y daños importantes con numerosas bajas, incluida la de su comandante, el Capitán de Navío Luis Cadarso y Rey (1843-1898).En 1903 los restos del Reina Cristina fueron reflotados e inmediatamente desguazados.
El
Reina Cristina
tras los combates de
Manila
de 1898.