Montojo resultó herido en esta batalla, en la que uno de sus hijos también participó.
Las fuerzas navales estadounidenses, bajo las órdenes del comodoro George Dewey, vencieron a la Flota Española del Pacífico en la bahía de Manila, como ya había anticipado Montojo que ocurriría, en donde la mayoría de las naves españolas fueron hundidas u obligadas a rendirse.
En marzo de 1899 fue juzgado y encarcelado, aunque más tarde, absuelto.
Entre sus muchos defensores en el consejo de guerra se encontraba el que fuera su enemigo, el almirante George Dewey.
En la actualidad los descendientes del almirante George Dewey y los del almirante Montojo que siguen con la tradición militar de sus familias siguen manteniendo el trato amistoso que establecieran sus antepasados.