Crítica (periódico)

El diario tenía un tono sensacionalista y llegó a ser uno de los más vendidos del país.Los periodistas del diario tenían que repartir los ejemplares y recibían usualmente su sueldo en la forma de vales.Años después durante su segunda presidencia Yrigoyen clausurará nuevamente el diario por varias semanas antes de su caída.A partir de 1927 aproximadamente aparece Crítica Magazine, el cual destacó por sus portadas en color.Tras su breve período administrando Radio Argentina durante la década de 1920, el diario realizó la audición Crítica Oral en Radio Nacional (actual Radio Belgrano) entre 1931 y 1932, y proporcionó material informativo para Radio Rivadavia a partir de 1933, año en que los redactores deportivos del diario, dirigidos por Edmundo Campagnale y Hugo Marini, crearon el espacio Edición Oral Deportiva, el cual se convertiría en el decano de los espacios deportivos de la radiofonía argentina.Entre 1927 y 1928, el joven caricaturista Dante Quinterno dibujó la historieta Don Gil Contento (inicialmente Un Porteño Optimista), cuyo personaje principal le daría la bienvenida al indio Patoruzú, quien aparecería por primera vez en las últimas dos tiras antes de que el artista renunciara por disputas salariales.No obstante también se le dio espacio a los artistas locales entre los cuales destacaron Rojas, Güevara, Linage y Héctor.Las historietas llegaron a ocupar dos páginas enteras diarias a mediados de la década del 30, y particular atención se le dedicó al suplemento en colores, que inicialmente se publicaba los sábados en ocho páginas formato sábana, posteriormente llegando a tener dos suplementos de 16 páginas en tabloide: los lunes aparecían las historietas de aventuras, y los miércoles las historietas cómicas.Ambos suplementos se publicaron hasta la clausura sufrida por el diario en 1946, tras lo cual la mermada situación financiera del Crítica ya no permitía sobrellevar este gasto, además de que gran parte de las tiras que publicaba fueron adquiridas por otros diarios.[cita requerida] Para ello, Botana contactó a los arquitectos húngaros Andrés y Jorge Kálnay, quienes en 1926 proyectaron el nuevo edificio.Este nuevo movimiento se había gestado en París en 1925, y un año después ya los hermanos Kálnay lo aplicaban a la sede del diario.En 1997 fue parcialmente ocupado por la Fundación Cinemateca Argentina,[15]​ y en 2004 fue restaurado por el Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA), con colaboración del INCAA y la Corporación Buenos Aires Sur, para alojar a su Centro de Formación Profesional.
Avenida de Mayo , Buenos Aires. Edificio que fue sede del Diario Crítica.