Así mismo, los padres clasificados en cada uno de estos estilos pueden no plegarse totalmente al patrón descrito, lo que manifiesta ciertas dificultades de consistencia en esta perspectiva (por ejemplo: un padre autoritario puede ser flexible cuando su hijo se encuentra en condiciones de vulnerabilidad, así como un padre permisivo puede resultar estricto cuando hay violaciones severas a normas sensibles).
Varias investigaciones demuestran que este estilo resulta beneficioso para el desarrollo óptimo de los hijos.
Formas en que los padres actúan cuando están con sus hijos, las cuales abarcan diferentes tipos de expresiones no excluyentes.
[32] La forma en la que los padres de sexo masculino conciben la paternidad se ha transformado manifestándose diferentes opciones para asumirla.
La evidencia científica indica que a partir del quinto mes, el feto es capaz de oír sonidos, tomar conciencia del movimiento, y posiblemente exponer memoria a corto plazo.
Con base en esta evidencia, se comienza a ser padres mucho antes del nacimiento.
Las necesidades básicas para un recién nacido son: comida, sueño, comodidad y limpieza; las cuales los padres proveen.
La única forma que un bebé tiene para comunicarse es a través del llanto; los padres atentos comenzarán a identificar diferentes tipos de llanto, los cuales representan diferentes necesidades como hambre, malestar, aburrimiento y soledad.
Los recién nacidos y niños pequeños requieren alimentación cada pocas horas lo cual es disruptivo para el ciclo de sueño en la edad adulta.
Si la lactancia materna no es posible o conveniente, la alimentación con biberón es una alternativa común.
Apego no es lo mismo que el amor y/o afecto aunque ellos a menudo van de la mano.
Los niños pequeños son mucho más activos que los bebés y tienen el reto de aprender a hacer tareas sencillas por sí mismos.
Los niños pequeños necesitan ayuda para construir su vocabulario, incrementar sus habilidades de comunicación, y manejar sus emociones.
Los niños pequeños también comienzan a entender la etiqueta social, como ser cortés y tomar turnos.
Los niños pequeños son muy curiosos acerca del mundo que les rodea y tienen muchas ganas de explorarlo.
Los berrinches comienzan en esta etapa, y a veces se conoce como los "terribles dos años".
Los padres deben tener cuidado al reaccionar a tales comportamientos, ya que darles amenazas o castigos no será útil y solo empeorará la situación.
Ellos son capaces de razonar y pueden tomar sus propias decisiones, dadas las situaciones hipotéticas.
Los niños pequeños demandan una atención constante, ya que deben aprender a lidiar con el aburrimiento y ser capaces de jugar en forma independiente.
Una gran parte del aprendizaje en los primeros años viene de participar en las actividades y las tareas domésticas.
Otros padres optan por dejar que el niño se desarrolle con pocas actividades organizadas.
Los padres lo valoran como favorable y manifiestan el efecto positivo que esto tiene en los alumnos.
La crianza de los hijos usualmente no termina cuando el niño llega a los 18 años.
La calidad de la evidencia incluida, sin embargo, es débil, por lo que estos resultados deben interpretarse con cautela.