[2] El segundo, defendido principalmente por los serbios, croatas y eslovenos austrohúngaros, proclamaba que las tres comunidades habían sido un único pueblo en la Edad Media, quitaba importancias a las diferencias que las separaban, especialmente religiosas, y defendía un nuevo Estado federal.
[7] Los propios eslavos se mostraban divididos respecto a la forma de unión.
[9][11] Además, no había acuerdo en el tipo de unión: el Gobierno serbio veía el nuevo estado como una extensión del existente, considerando a los eslavos austrohúngaros objetos de la liberación a manos del Estado serbio.
[17] Alarmado por las declaraciones Aliadas, el Gobierno serbio sostuvo una postura vacilante entre la defensa de los intereses yugoslavos y los puramente serbios, considerando que era mejor la anexión de Bosnia y Herzegovina y posponer la unión con el resto de territorios si los Aliados se oponían a disolver el Imperio que proclamar que únicamente aceptaba la unión yugoslava.
[22] A comienzos del siglo XX, sin embargo, los políticos croatas y serbios alcanzaron una alianza contra Budapest, formándose la coalición croato-serbia[22] que dominó el Sabor en el periodo anterior a la Primera Guerra Mundial.
La coalición fue evolucionando hasta respaldar sin restricciones la unión centralista con el Reino de Serbia.
[22] Los partidos eslovenos, conscientes de las amenazas externas (italianas y austriacas principalmente) a lo que consideraban sus territorios, respaldaron la unión centralista inicialmente.
Incluso los austrófilos chovinistas croatas del Partido Puro por los Derechos votaron a favor.
[26] El comité comenzó a tomar decisiones de emergencia, sin participación del Parlamento.
[28] El ejército serbio se abstuvo de ocupar los territorios austrohúngaros ante la actitud contraria del Comité Nacional de Zagreb, aunque le ofreció su ayuda para mantener el orden y defender la zona.
[27] Sus tropas detuvieron el avance italiano, entraron en Rijeka y fueron vitoreadas como libertadores allí donde aparecían.
[30] En el Parlamento croata, únicamente Stjepan Radić se opuso al envío de la delegación, alegando que no poseían un mandato popular para solicitar la unión.
Un plebiscito se llevó a cabo en la provincia de Carintia, que optó por seguir en Austria.
La ciudad de Rijeka (del italiano: Fiume) fue declarada ciudad-estado libre, pero pronto fue ocupada y anexada en 1924 por Italia.
[35] Existían regiones, como Bosnia o Voivodina, de gran mezcla cultural.
[35] Existían además notables diferencias culturales (dos alfabetos), de desarrollo y sociales entre las distintas regiones.
[36] El desarrollo industrial era mayor en las regiones anteriormente austrohúngaras;[37] estas concentraban dos tercios de la industria nacional.