Crónica (género periodístico)

La crónica, como una narración propia del periodismo literario, se encuentra entre la información y la interpretación.

[2]​ Por su parte, Tomás Eloy Martínez también plantea la necesidad de la presencia del autor en el escenario o situación donde transcurren los hechos, pero considera que el arte de interrogar y verificar los datos constantemente es fundamental en la labor del cronista.

[3]​ Guerriero apunta a que cada descripción o recurso propio de un texto literario dentro de la crónica tiene un sentido en sí mismo y no está allí como adorno literario con fines meramente estéticos.

[1]​ Se informa literariamente pero sin perder las características de claridad, sencillez y precisión.

[2]​ Para Yanes Mesa hay un elemento esencial que marca la estructura de la crónica: la secuencia temporal.

Los lectores buscan historias bien elaboradas, que vayan más allá de la simple transmisión de datos, y la crónica cumple ese rol al proporcionar un relato más completo y enriquecedor.

Narran hechos delictivos o violentos, accidentes y catástrofes; en exceso, conforma el llamado periodismo sensacionalista.

Narran acontecimientos del mundo político nacional o internacional: por ejemplo, la noticia de la asunción del poder por un nuevo presidente puede ser convertida en una crónica si se narran todos los pormenores, curiosidades y otros datos relacionados con dicho evento político.

Relata secuencialmente cómo se produjo un determinado evento social: una boda real, el homenaje a la bandera, etc.

Puede llegar a confundirse con la noticia, sin embargo, como toda crónica conserva sus características que lo distinguen de una simple noticia (es un relato secuenciado y pormenorizado, no una mera y esquemática recopilación de datos).

[6]​ La crónica ha sido uno de los medios más pertinentes para transmitir conocimientos históricos a las generaciones futuras.

Según Martín Caparrós, el historiador griego Heródoto (484 - 425 a. C.), el llamado "padre de la historia", es tal vez el padre de la crónica, ya que dejó escritos excelentes sobre los viajes que realizaba en esa época.

El nacimiento de la crónica como género historiográfico se desarrolló entre los siglos IX y XIV.

En escritor estadounidense Truman Capote con A sangre fría (1966), o el argentino Rodolfo Walsh con Operación masacre (1957) dejan claros ejemplos de grandes piezas literarias realizadas a partir de una profunda investigación periodística sobre hechos puntuales.

Mladen Dolar expone tres aspectos fundamentales que logran desplazar el eje a la materialidad de la voz: el acento, la entonación y el timbre.