Cortijo Torre de la Reina

El primero, se trata de una fortaleza medieval almohade del siglo XIII, cuyos restos son visitables.

En este mismo lugar, los almohades levantan una primitiva alquería defensiva con la que divisar al enemigo en caso de ataque a la ciudad.

Del primitivo edificio almohade apenas se conservan restos, pues el edificio actual del siglo XIV se levanta sobre el anterior, conformándose una sucesión de reformas a lo largo de los siglos.

[3]​ En el repartimiento de tierras que se hizo, este lugar fue entregado como donadío al hermano del rey, el infante don Alfonso de Molina, dada su lealtad y servicio al monarca.

[4]​ Tras la reconquista, aumentaron las luchas entre las diferentes familias nobiliarias por el poder e influencia en la corona, por lo que se hacía necesario disponer de un tipo de construcción defensiva conocida como torre señorial o “casa fuerte”.

Esta contrajo nupcias con el monarcaSancho IV de Castilla, convirtiéndose así en reina consorte.

[5]​[6]​ Se desconoce en qué momento la propiedad pasa a manos del marquesado de Alcañices.

Sin embargo, a día de hoy, no se ha podido comprobar científicamente esta conexión entre el edificio y las mencionadas poblaciones.

La bóveda de cañón que lo cubre es añadida posteriormente en las reformas del siglo XVI.

En el lateral sur del patio se ubica una galería porticada, conformada por tres columnas de estilo compuesto con fuste liso, realizadas en mármol genovés y sobre las que cabalgan cuatro arcos de medio punto rebajados.

La parte de vivienda se articula en torno a dos crujías ubicadas en los laterales sur y este del patio.

La parte inferior es reutilizada como habitaciones del espacio hotelero y la superior como vivienda privada.

Estos elementos guardan relación con soluciones semejantes en edificios cercanos como la Huerta de Lebrena o Comendadores.