Durante la época colonial, el máximo tribunal de justicia fue la Real Audiencia, que fue creada en 1565 e instalada en la ciudad de Concepción hasta que se disolvió en 1575.
Como representante natural del monarca, la Audiencia no era proclive al movimiento independentista.
El tribunal es dirigido por un presidente, cargo que es ejercido por los ministros de la corte, turnándose cada un año y atendiendo a su antigüedad.
En la terna figuran individuos que ya pertenecen al Poder Judicial en atención a su antigüedad y méritos.
El conocimiento en pleno o en sala dependerá de las materias de los asuntos sometidos al conocimiento de la Corte, pues hay ciertas materias que deben ser conocidas en sala y otras por el pleno.