Corrosión intergranular

La corrosión intergranular, también conocida como ataque intergranular (IGC y IGA por sus siglas en inglés), es una forma de corrosión que se presenta en algunas aleaciones, y que está caracterizada por la disolución del metal en las zonas próximas al borde de grano.

Las aleaciones ricas en níquel como el Inconel 600 o el Incoloy 800 muestran una susceptibilidad similar a esta corrosión.

Las aleaciones de zinc fundidas que contienen aluminio exhiben corrosión intergranular cuando se someten a vapor en una atmósfera marina.

Este proceso se ha visto en calderas, generadores de vapor o en estructuras soldadas con estos aceros.

Para evitar la corrosión intergranular se pueden usar aceros estabilizados, los cuales están aleados con elementos como el titanio (AISI 321), niobio y tantalio (AISI 347), los cuales tienen más afinidad por el carbono que el cromo, por lo que serán estos elementos y no el cromo los que formarán los carburos, evitando las zonas pobres de cromo y con ello su pérdida en la resistencia contra la corrosión.

Vista microscópica de una sección transversal pulida de un material atacado por corrosión intergranular.
Corrosión por exfoliación en una pieza de aluminio. La corrosión por exfoliación es un tipo de corrosión intergranular. Se pueden apreciar las capas.