Conversaciones de Geertruidenberg
Como Luis XIV había previsto, Felipe V no estaba dispuesto a abandonar voluntariamente el trono de España y así se lo comunicó su embajador Michael-Jean Amelot que había intentando convencer al rey de que se contentase con algunos territorios para evitar la pérdida de la monarquía entera."La conclusión a la que llegó [Luis XIV] era severa para Felipe V: era imposible que la guerra finalizara mientras él siguiera en el trono de España", afirma Joaquim Albareda.Sin embargo, no pudieron impedir que Marlborough tomara el 23 de octubre Moon y se hiciera con el control completo de los Países Bajos españoles.[4] Esta última propuesta les pareció insuficiente a los aliados, y sobre todo a los holandeses que exigieron primero que la armada francesa participase en las operaciones militares contra Felipe V, y más tarde, que su ejército también interviniera, estableciendo un plazo de 15 días para responder.[4] Según Joaquim Albareda, "aquella tanda de negociaciones constituyó una nueva ocasión perdida para alcanzar la paz.