[2] En la reunión del consejo que debatió el asunto de la crisis Luis XIV, con lágrimas en los ojos según las crónicas, pidió a los aliados negociar.[4] En el artículo III de los Preliminares se atribuía la Monarquía de España a Carlos III y en el IV se decía que Felipe V debía abandonar el trono en un plazo de dos meses, y si no lo hacía Luis XIV se uniría a los aliados para obligarlo a abandonar:[4]A pesar de la angustiosa situación militar y financiera en la que se encontraba, Luis XIV rechazó firmar los Preliminares por considerarlos humillantes y acusó de intransigencia a los aliados.Como Luis XIV había previsto, Felipe V no estaba dispuesto a abandonar voluntariamente el trono de España y así se lo comunicó su embajador Amelot que había intentando convencer al rey de que se contentase con algunos territorios para evitar la pérdida de la monarquía entera.[7] Como explicó el marqués de Torcy cuando comunicó a los aliados la negativa de Luis XIV a firmar los preliminares, «preveo que habrá que esperar otro momento para una paz tan deseada y necesaria para toda Europa».