La disputa de Tortosa fue el más importante debate interreligioso entre representantes cristianos conversos y judíos durante la Edad Media en España.
[2] El debate, llevado a cabo a iniciativa del papa Benedicto XIII de Aviñón y en el que llevó la voz cantante del lado cristiano[3] un judeoconverso cuyo nombre cristiano era Jerónimo de Santa Fe, tenía por objeto del mismo el contenido y enseñanza de la literatura rabínica (fundamentalmente del Talmud) y si, efectivamente, Jesús de Nazaret era o no el Mesías.
[2] También se cree que la lengua empleada fue el catalán, que era además la lengua común de Tortosa, San Mateo y Peñíscola.
Finalmente, los representantes judíos fueron obligados a firmar un documento en el que "reconocían sus errores" de fe.
[2] El papa firma la bula Contra judaeos;[4] los bautismos forzados se multiplicaron por cientos; se firma la bula Etsi Doctoris Gentium[8] que motivó la quema de los libros judíos;[4] los dramas familiares y personales de todo tipo en el campo judío;[7] se produce la separación física de los judíos y los cristianos,[6] especialmente si estos últimos eran conversos.