Un contrato inteligente (en inglés smart contract) es un programa informático que facilita, asegura, hace cumplir y ejecuta acuerdos registrados entre dos o más partes (por ejemplo personas u organizaciones).
Cuando se dispara una condición pre-programada, no sujeta a ningún tipo de valoración humana, el contrato inteligente ejecuta la cláusula contractual correspondiente.
La transferencia de valor digital mediante un sistema que no requiere confianza (ej.
bitcoins) abre la puerta a nuevas aplicaciones que pueden hacer uso de los contratos inteligentes.
El propietario del activo puede probar a otros individuos la propiedad con la correspondiente clave pública.
El primer paso es que usted y su amigo coloquen los bitcoin en una cuenta neutral controlada por un contrato inteligente.
Yo siempre puedo cambiar mi sistema para que la transferencia de la producción digital no ocurra.
Para evitar estas posibilidades en el mundo real es necesario establecer un contrato legal en el que nos comprometamos a cumplir nuestra parte del trato.
Si uno de los dos falla en sus compromisos el contrato legal nos dará derecho para ejecutar las disposiciones contractuales en un juicio.
Sin embargo no se puede físicamente parar el que una de las partes se eche atrás, Mientras que en un contrato inteligente idealmente tanto el activo digital a ser transferido como la moneda/activo usado para el pago viven en el sistema.
Mientras tanto la criptografía de clave pública revolucionó en aquel entonces lo que era posible en cuanto a seguridad en la red.
[8][9][10] El IEEE tiene dos grupos de trabajo especializados en contratos digitales,[11] los cuales promueven que esta investigación continúe en el futuro.
En el 2014 con la publicación del whitepaper: A next generation smart contracts & decentralized application platform, escrito por Vitalik Buterin el concepto de los contratos inteligentes retomó su importancia, puesto que propone agregar la propuesta desarrollada por Satoshi Nakamoto.
Ethereum entre otras plataformas, permite crear contratos inteligentes Turing completos (significa que cualquier programa que se pueda crear en un computador estándar, es también posible de ser programado aquí) y almacenar el código fuente en su cadena de bloques.
La iniciativa fue desarrollada basándose en la idea del abogado español José Enrique Rodríguez Zarza[13] Los smart contract pueden ser empleados en una amplia variedad de escenarios.
Son ideales para realizar simples transacciones, en cuyas partes deban estar obligados a un conjunto de requisitos verificables por la red, tanto dentro del blockchain como variables externas mediante APIs.
Algunos defensores piensan que nuevos usuarios serán atraídos a las monedas virtuales solamente por el beneficio de los contratos inteligentes.
Criptomonedas como Bitcoin tienen implementado casos especiales para esos registros o nodos, donde la propiedad y el núcleo de la transacción es el dinero.
Los contratos inteligentes no requieren la interpretación o la intervención humana para llevarse a cabo.