Aplicación descentralizada

Las aplicaciones descentralizadas han proliferado gracias a la creciente pujanza de tecnologías DLT (Distributed Ledger Technologies) como blockchain o Ethereum, donde las "DApps" sirven habitualmente para implementar contratos inteligentes.

[1]​ Según el libro blanco The General Theory of Decentralized Applications, una aplicación puede considerarse una "DApp" cuando cumple 4 criterios:[2]​ El modelo de descentralización de las DApps ofrece ciertas ventajas sobre las aplicaciones centralizadas tradicionales.

Este proceso, denominado "minería", es el que acredita la alta fiabilidad de esta tecnología.

Este proceso es repetitivo, lento y muy costoso computacionalmente.

Las aplicaciones descentralizadas interactúan con la blockchain a través de contratos inteligentes, protocolos autoejecutables codificados directamente en la blockchain que establecen un conjunto de reglas para que la interacción se produzca de forma autónoma y transparente.

Una plataforma de minería de Bitcoin compuesta por docenas de unidades de procesamiento de gráficos.