La práctica del contorsionismo constituye un espectáculo ampliamente reconocido y admirado en todo el mundo.
Desde la antigüedad, ha perdurado hasta nuestros días encontrándose contorsionistas en la mayoría de los circos que aún recorren el mundo.
Existen muchísimos números posibles, pero los más clásicos son: Estos ejercicios suelen realizarse casi siempre completamente descalzo, para tener mayor facilidad en los movimientos.
En este último caso es frecuente ver que realizan sus ejercicios utilizándose los unos a los otros como apoyo, construyendo verdaderas torres humanas.
Por último en ejercicios como box-act resulta evidente que cualquier calzado contribuye negativamente ocupando espacio innecesario.
En cuanto a las vestiduras, resulta típico en los espectáculos de contorsionismo que el artista se vista con mallas ajustadas, también para facilitar los ejercicios.
A lo largo de la historia, son muchas las leyendas urbanas que se han ido popularizando en torno al mundo del contorsionismo.
En nuestros días, el contorsionismo es una actividad que se sigue practicando con tanto o mayor entusiasmo.
En muchas de ellas es posible además añadir comentarios y sugerencias, que son agradecidos por sus protagonistas.
Sin duda se pueden contar por miles el número de personas que en todo el mundo practican contorsionismo, tanto profesionales como amateurs.