Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2011

La propuesta de Rusia generaría una 'revisión periódica' mediante la que los países actualmente clasificados como 'pobres' podrían ser recategorizados como 'ricos', y por tanto, obligados a asumir mayores obligaciones en el combate contra el cambio climático.

[7]​ El corresponsal de Medio Ambiente de la BBC, Richard Black, comentó que la propuesta sería 'provocativa y explosiva, si Rusia la empuja', porque los países potencialmente afectados, como China y Brasil, 'la rechazarían fuertemente'.

Al describir la propuesta como 'intrigante', Black señaló que aunque teóricamente permitiría a los países en vías de desarrollo utilizar su superioridad numérica para adoptar cualquier tipo de obligación vinculante a nivel mundial, en términos prácticos aún necesitarían la aprobación de los países ricos para asegurarse la financiación.

Los negociadores acordaron ser parte de un tratado legalmente vinculante para abordar el calentamiento global.

Los términos del futuro tratado serán definidos en 2015 y deben entrar en vigencia en 2020.

[13]​ Los medios alemanes criticaron el resultado como 'casi inútil', diciendo que las promesas son vagas y la línea de tiempo es lenta, aunque el mérito principal es que las conversaciones se hayan mantenido vivas.

De izquierda a derecha: el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon , el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma , la presidenta de la Conferencia, Maite Nkoana-Mashabane , y el secretario ejecutivo adjunto de la CMNUCC , Richard Kinley.
Intervención del canciller Ricardo Patiño en la 17.ª Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.