Conducător

Su significado también es paralelo a otros títulos, como Führer en la Alemania nazi,[2]​[3]​[4]​[5]​ Caudillo en la España franquista y Vozhd en la Unión Soviética estaliniana.

Fue empleado por primera vez como un título adicional por el rey Carlos II durante los últimos años del régimen del Frente de Renacimiento Nacional,[3]​ y poco después nuevamente empleado por el mariscal Ion Antonescu, en cuanto este asumió los poderes dictatoriales después del 14 de septiembre de 1940.

[8]​[9]​[10]​[5]​[2]​[7]​ El término fue usado en paralelo con el menos común cârmaci —«timonel»—, tomando a su vez retóricas similares de estados comunistas como Corea del Norte y la China maoísta.

[3]​ Mientras que las referencias al partido como la «vanguardia de la clase obrera» cayeron en el desuso,[3]​ el poder se centró en las prerrogativas de Ceauşescu para emitir órdenes al aparato político.

[11]​ La elección del vocablo también tenía por objeto destacar una conexión simbólica con los príncipes de Valaquia y Moldavia,[10]​[7]​ aunque también se llegó a comparar la conexión entre Ceaușescu y los líderes de Dacia en la antigüedad.