Posteriormente, en 1739 durante su estancia en Leipzig creó un arreglo para dos clavecines y transpuesto a la tonalidad de do menor que fue catalogado como BWV 1062.
Sin su primera opción disponible, o sin deberes eclesiásticos como los que Leipzig le requirió más tarde, Johann Sebastian se concentró en la música instrumental en diversas combinaciones -muchas de ellas perdidas posteriormente.
Sus composiciones no tenían la sensualidad ni el espíritu de las de Vivaldi; Bach era luterano alemán, vinculado más allá del clima y el entorno por una religión que denunciaba los excesos seculares en los que el catolicismo romano (tal y como Lutero lo veía desde dentro) se había revolcado desde la Edad Media.
[4] El primer movimiento, Vivace, está escrito en la tonalidad de re menor y en ritmo alla breve.
El segundo movimiento, Largo ma non tanto, está en fa mayor y en ritmo siciliano de 12/8.