Gozón

La arribada de Roma conllevará una adaptación del viejo mundo astur a las nuevas costumbres, cristalizando en torno al siglo II en una sociedad romanizada con un fuerte componente autóctono.

En San Jorge de Heres se había encontrado una lápida romana en el siglo XVIII, hoy tristemente desaparecida.

En otros puntos del concejo se documentan hallazgos de menor importancia.

A su regreso, obtiene el perdón y se asiente en Eiras, identificado con San Jorge de Heres.

De hecho, cerca existe el topónimo Gelad o Xelaz, muy parecido a Agelaci.

Esta situación se mantendrá hasta la desamortización que tendrá lugar durante todo el siglo XIX.

En el siglo XIII, es concedida la carta puebla a la villa de Gozón por Alfonso X el Sabio,[2]​ reconociendo el derecho de existencia a una comunidad que ya tenía vida reconocida documentalmente desde 1058 al menos, habiéndose creado ya un núcleo urbano debido a la caza de ballenas.

Sin embargo, ya antes Gozón figura con representación independiente en la Junta General del Principado.

La caza de ballenas, que tanta riqueza había dado anteriormente a estas tierras, se extinguirá en el siglo XVII, desarrollándose entonces una importante actividad pesquera que traerá asociada una floreciente industria conservera.

Se cree que la primera capital del concejo recién emancipada habría sido Susacasa, en Santa Eulalia de Nembro.

Durante los siglos XVII y XVIII, tiene una gran fuerza el sector pesquero, haciendo que su puerto también se desarrolle a otros niveles manteniendo por ejemplo una relación con otros puertos del Mar Cantábrico y que también tenían una relación de comercio con la meseta castellana.

El mar también regía los destinos de los numerosos gozoniegos enrolados como marineros en la Armada en las frecuentes guerras del Imperio español.

En la zona interior del concejo, la vida había cambiado muy poco con respecto a la Edad Media.

Los palacios de estas familias y sus parientes jalonan Luanco por aquella época.

Los gastos económicos y las desgracias personales dejaron al concejo en un estado de postración durante bastantes años.

En campo seguía aferrado a los viejos usos y costumbres, si bien iban apareciendo ya cultivos industriales como la remolacha.

En las últimas décadas del siglo XX, la crisis golpea este concejo, paliada un poco por el empuje de un nuevo sector en franco desarrollo que es el turismo de masas, que recibe este concejo.

Las denominaciones ahora oficializadas son las únicas que podrán aparecer en la señalización viaria y en los mapas oficiales.

Su relieve es suave y con pocos desniveles, su paisaje costero está marcado por impresionantes acantilados.

Su red fluvial está compuesta por pequeños arroyos entre los que sobresale el río la Falcona.

Parte de su litoral está integrado en el Paisaje Protegido del Cabo Peñas.

La AS-328, que comunica Avilés con el cabo de Peñas sirve a las parroquias occidentales.

Villa de Luanco
Muelle de Luanco
Antigua mina de Llumeres
Vista desde el Cabo Peñas
Vista de Vioño
Iglesia de Santa María, Luanco
Playa de Bañugues
Playas de Verdicio
Playa de Xagó
Playa de Santa María de Luanco