Su presencia pronto se hizo tan conspicua que tuvo que ser regulada por un edicto, el Statuta Sabaudiae (Estatutos de Saboya -1430), emitido por Amedeo VIII, duque de Saboya.
El edicto impuso una serie de limitaciones a los contactos entre judíos y cristianos, pero también trazó un marco de tolerancia sustancial, que entre altibajos se mantuvo vigente hasta la emancipación judía.
Para encerrar a los 763 judíos que vivían en la ciudad en ese momento, primero se eligió el gran edificio del Ospedale dei Mendicanti, en el distrito de San Filippo.
El gueto se mantuvo vigente, con breve pausa del período napoleónico, hasta 1848, con el Estatuto Albertino.
En 1947 se renovó la biblioteca comunitaria, previamente destruida por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.