Este mismo año los monjes se alojaron de manera permanente en el convento.
El mismo padre Larrea vivió fue el guardián del complejo hasta su muerte en 1773.
La torre está dividida en cuatro cuerpos y entre ellos se aprecian cornisas muy salientes excepto la más baja.
En el cuarto cuerpo está el campanario con vanos de arco tri-lobulado con el detalle central tipo conopial.
El cuerpo inferior tiene tres calles correspondientes con las naves de la iglesia con puertas enmarcadas en piedra.
El segundo cuerpo esta sobre un entablamiento dórico, y es reducido a la calle central solamente.
Otras de las imágenes importantes que se guardan en el templo son: El interior ha sido criticado por su decoración la cual no armoniza con la fachada.