[1] En 1439, los Estados Generales (états généraux) aprobaron leyes que restringían el reclutamiento militar al rey.
El nuevo ejército tuvo una aproximación más disciplinada y profesional que sus predecesores y tras estas reformas, finalmente logró la victoria francesa en Castillon de 1453 que puso fin a la guerra de los cien años.
Los orígenes del nombre se atribuyen así a la orden (ordonnance) real de Carlos VII en 1447 que establecía un ejército permanente.
Parece ser que no hubo una sola Grande Ordonnance, sino dos docenas o más, a lo largo de Francia.
El término se usaba para las fuerzas en un área con un mismo mando, con lo que el número de compañías en servicio variaba.
Cada lanza (en francés lance fournie o 'lanza equipada') incluía sobre el papel seis caballos y cuatro hombres.
Este tenía un escudero (écuyer o coutillier, normalmente un hombre más joven todavía aprendiendo el uso de las armas y no plenamente probado en batalla).
La lanza contaba también con dos arqueros, al principio considerados como infantería montada que usaban los caballos solo como transporte.
[3] Eran voluntarios y soldados a tiempo parcial, muchas veces reclutados entre las cofradías militares de la época.