[1] En su origen tuvo como objetivos la realización y desarrollo, mediante la emisión de acciones, del proyecto urbanístico para una ciudad lineal presentado por Soria en 1882.
Asimismo sus balances, publicados cada mes en las revistas de la Compañía, podían ser fiscalizados por los no accionistas, tal y como señalaba el artículo 47: “Mensualmente se publicará un estado expresivo de todas las cuentas y operaciones realizadas, con toda la minuciosidad que los accionistas indicaren”.
[12] La crisis económica provocada por la Primera Guerra Mundial, afectó a la empresa y aunque «se produjo un ligero resurgimiento económico»,[8] tras el fallecimiento de Soria en 1920, la compañía se fracturó al finalizar la guerra civil española.
[8] No obstante en el siglo xxi sigue existiendo con ese mismo nombre una empresa inmobiliaria del sector.
En 1897 se creó la revista La Ciudad Lineal que pasó a llamarse La Ciudad Lineal, revista de Higiene, Agricultura, Ingeniería y Urbanización; y aún durante la Guerra Civil, apareció La Voz de la Barriada.