La Comisión de Reformas Sociales fue la primera iniciativa oficial para abordar la «cuestión social» en España y fue obra del ministro de Gobernación Segismundo Moret del efímero gobierno liberal presidido por José Posada Herrera.
En la segunda mitad del siglo XIX ya existía una conciencia generalizada de que la pobreza de las clases trabajadoras se debía a las condiciones ambientales, sociales y económicas que sólo la intervención del Estado podría corregir.
El pionero fue el Imperio Alemán con la política social aplicada por el canciller Otto von Bismarck, a la que siguieron Reino Unido con el New liberalism y la Tercera República Francesa, donde triunfó el «sochupaloarismo» propugnado por Léon Bourgeois.
La Iglesia Católica también se sumó a la nueva corriente antiindividualista con la publicación en 1891 de la encíclica Rerum Novarum por el papa León XIII, «lo que contribuyó a facilitar el giro intervencionista entre las clases conservadoras» y que dio nacimiento al catolicismo social.
Sin embargo, sí participaron en la Comisión los sectores del obrerismo ligados al republicanismo, que compartía plenamente el reformismo social propugnado por aquella.
[8] Su composición inicial incluía a Antonio Cánovas del Castillo como presidente, y otras trece personas: