Colonia del Cabo

La colonia británica fue precedida por una colonia previa, de carácter corporativo, entonces conocida como Colonia Holandesa del Cabo; establecida desde 1652 con la fundación de Ciudad del Cabo, por el comandante neerlandés Jan van Riebeeck, quien trabajaba para la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales (Vereenigde Oostindische Compagnie).

Para Gran Bretaña, que dependía fuertemente de las rutas comerciales con sus colonias en Asia, El Cabo seguía teniendo un gran interés estratégico,[3]​ mientras que del lado neerllandés, la VOC, después de varias décadas en continua decadencia, entró en bancarrota y cerró operaciones en 1799, debilitando considerablemente la capacidad neerlandesa de defender sus posesiones en ultramar.

[4]​ En 1803, se rompió la paz en Europa con el estallido de las guerras napoleónicas, por lo que Gran Bretaña, anticipándose a una inminente ocupación francesa de Colonia del Cabo, comenzó a planear una segunda invasión que finalmente llevó a cabo exitosamente en 1806, derrotando a una coalición franco-bátava en la batalla de Blaauwberg,[5]​ con lo que se consiguió restablecer la posesión de la colonia, que se ratificaría en 1814 mediante la firma del tratado anglo-neerlandés, quedando así integrada al Imperio Británico hasta su independencia en 1910, año en el que pasará a formar parte de la Unión Sudafricana.

[6]​ La colonia era coextensiva con la posterior provincia del Cabo, extendiéndose desde la costa atlántica hacia el interior y hacia el este a lo largo de la costa sur, constituyendo aproximadamente la mitad de la actual Sudáfrica: el límite oriental final, después de varias guerras contra los nativos xhosas, estaba en el río Fish.

Luego pasó a llamarse provincia del Cabo de Buena Esperanza.

Llegada de Jan van Riebeeck a las tierras de lo que sería la Colonia del Cabo.