En 1939 abrió sus puertas la Residencia en la calle Jenner, número 6, donde se alojaban unos treinta estudiantes.
En 1943 la Residencia se había quedado pequeña y el dueño del inmueble deseaba darle otro uso.
El primer director fue Teodoro Ruiz Jusué, a quien muy pronto sucedería Pedro Casciaro, matemático, que dejó una profunda huella en el buen humor característico de Moncloa, y también en el buen gusto y en la decoración de la casa.
Es imposible enumerar las actividades culturales promovidas por los residentes desde el primer año, pero algunas han quedado en la memoria histórica.
Durante la etapa de las revueltas universitarias, durante los últimos años 60 y los primeros 70, la actividad de Moncloa siguió estando en primera fila entre las iniciativas culturales del ambiente universitario.
De este modo se promueven tertulias con personajes de actualidad, como Federico Trillo, Antonio Basagoiti y Arantza Quiroga (políticos), Ana Rosa Quintana, Francisco Marhuenda, Alfredo Urdaci, Juan Pedro Valentín e Iñaki Gabilondo (periodistas).
La música y cine clásicos son otra de las actividades más promovidas en el Colegio Mayor.
Desde entonces se han realizado proyectos semejantes de cooperación en Ecuador, México, Perú, Bolivia, Colombia, Argentina, Rumanía,[4] Rusia,[5] Líbano, Camerún, Marruecos[6] y Kenia.