El hígado es la glándula más voluminosa del cuerpo y pesa alrededor de 1,4 kg en el adulto promedio.
La vesícula es un saco piriforme localizado en una depresión de la cara inferior del hígado.
La mucosa de la vesícula biliar presenta un epitelio cilíndrico simple organizado en pliegues o rugosidades parecidas a los del estómago.
Las contraindicaciones relativas incluyen cirrosis con hipertensión portal, colangitis o coledocolitiasis aguda, obesidad mórbida, y enfermedad cardiopulmonar severa.
En el pasado, el embarazo era una contraindicación de la colecistectomía y los médicos intentaban retrasar la cirugía hasta después del parto.
[9] Las pacientes embarazadas con cólico severo o colecistitis que no se someten a la colecistectomía tienen mayor riesgo de parto prematuro, hospitalización, y otras complicaciones.
Si es una operación electiva, el paciente no debe comer ni beber durante las 8 horas antes de la cirugía.
La profilaxis antibiótica antes de la cirugía electiva es un tema controvertido; aunque algunas investigaciones han demostrado que los antibióticos pueden mejorar la tasa de infección del sitio quirúrgico,[12] otras sugieren que no hay diferencia.
[9] Sin embargo, se debe usar la profilaxis antibiótica para los pacientes que tienen alto riesgo de infección.
[17] En el procedimiento laparoscópico, se identifica el daño a la vía biliar durante la operación en aproximadamente un tercio de los casos, y para el resto de los casos se nota el daño durante el periodo posoperativo.
Por lo general, si una persona no sigue el curso posoperativo esperado, se debe considerar el daño al conducto biliar.
Este síndrome se caracteriza por dolor abdominal, indigestión, u otros síntomas biliares que continúan después de la colecistectomía.
La investigación sugiere que la diarrea se desarrolla a causa del drenaje directo de bilis en los intestinos.
Por lo general se recomienda el tratamiento conservador de la colecistitis solo para la gente en la cual la cirugía abdominal tiene un riesgo muy alto.
Se realiza con la ayuda de imágenes radiológicas, generalmente el ultrasonido, para confirmar la posición adecuada del tubo.
Por lo general, se reserva la colecistostomía para la gente con colecistitis aguda o colangitis que no tolerará una cirugía abdominal.
Además, después de tratar la enfermedad aguda con la colecistostomía percutánea, se puede realizar una colecistectomía electiva.
[25] Se exoneró a Mühe en 1990, cuando investigaciones adicionales encontraron que la muerte no fue causada por su técnica laparoscópica.
[25] Philippe Mouret era un cirujano que tenía un papel grande en la popularización de la colecistectomía laparoscópica.