Marcos N. Juárez tuvo en su poder todas las decisiones del club, siendo de hecho su director.
Nucleó a lo más selecto del "Juarismo", políticamente opositor de los llamados "Calzonudos", que se reunían en el Club Social, al que Ambrosio Olmos había otorgado personería jurídica.
Sobre su verdadero carácter se publicó en la prensa opositora que fue un poderoso centro político, como una enorme palanca que, manejada por un nuevo Arquímedes, imprimía movimiento y vida a la política general del país.
Forjaba gobernadores, tumbaba situaciones provinciales, hacía ministros, diputados nacionales, senadores al Congreso, y hasta incubaba presidente para la República.
Sería obvio abundar en cuál fue su actuación en el juicio político entablado contra el gobernador Ambrosio Olmos, cuando la mayoría de los acusadores pertenecían a la entidad.