En principio se planearon 6 buques, pero los retrasos hicieron que los tres últimos sufrieran modificaciones y pasaran a formar una clase propia, la clase Cardenal Cisneros.[1] Originalmente, la Armada española había planeado construir barcos gemelos del acorazado Pelayo, pero la crisis de las Carolinas con el Imperio Alemán en 1885 hizo que España desviara el dinero presupuestado para los acorazados a la clase Infanta María Teresa.[2] Los cruceros blindados se consideraban más deseables que los acorazados adicionales en ese momento porque su mayor velocidad y rango de navegación los hacían más adecuados para responder a las crisis coloniales en lugares lejanos respecto a la metrópoli.Estos buques, fueron inicialmente catalogados como cruceros protegidos de 1ª clase, eran también catalogados como cruceros acorazados por otras marinas, ya que, pese a su escaso desplazamiento (6890 ton), su protección (cinturón blindado de 305-254 mm y barbetas 229 mm) era muy superior a la habitual en los cruceros protegidos (de 70 a 152 mm, salvo excepciones), al igual que sucedía con su artillería principal, que era equiparable a la de un acorazado coetáneo.[6] Los cruceros acorazados de la clase Infanta María Teresa eran unidades que sirvieron tanto en aguas europeas como americanas.
El HMS
Australia
, de la
clase Orlando
inglesa en la cual se basaban los cruceros de la clase Infanta Teresa españoles.