Tras exhibiciones en pueblos de los Países Bajos, Alemania, Suiza, Polonia, Francia, Italia, Bohemia y Dinamarca, murió finalmente en Londres.
En 1740, Sichterman la vendió o regaló al capitán Douwe Mout van der Meer del Knappenhof, quien volvió a los Países Bajos con Clara.
Las exhibiciones tuvieron tanto éxito que Douwe Mout van der Meer dejó la Compañía Holandesa de las Indias Orientales en 1744 para recorrer Europa con su rinoceronte.
A finales de 1749, Clara se embarcó en Marsella hacia Italia.
Llegó a Venecia en enero de 1751, donde sería una gran atracción en el carnaval y fue pintada por Pietro Longhi.
Volvió a Londres en 1758, donde fue exhibida en el Horse and Groom en Lambeth, donde las entradas costaban seis peniques o un chelín.