Civilización chaco-santiagueña
En el momento que fuera presentada, esta tesis de investigación revolucionó profundamente las ideas científicas tradicionales.«Estas obras de arte son semejantes a las creadas por el neolítico helénico, incluso superiores».[1] La civilización chaco santiagueña fue descubierta por los investigadores franceses radicados en Santiago del Estero, Emilio R. y Duncan L. Wagner, a la que denominaron el «Imperio de las llanuras».Las urnas eran modeladas con perfección y decoradas suntuosamente, verdaderas obras maestras del arte cerámico.Es ese rasgo esencial que distingue al arte cerámico de la civilización chaco-santiagueña, y su extraordinaria significación no podría escapar a ningún espíritu realmente cultivado.Las finas telas de las cuales una muestra ha llegado felizmente hasta nosotros, las innumerables perlitas, verdaderas joyas, la turquesa, lapislázuli, y otras piedras preciosas, han proporcionado el material en que han sido hábilmente talladas, debieron servir para adornar los vestidos confeccionados en dichas telas.El bello estilo de la alfarería doméstica indica, como Ambrosetti lo explicó ya claramente, una vida tranquila y próspera.Juan Bautista Ambrosetti, escribió que «en Santiago del Estero vivió un pueblo dotado de un sentimiento artístico muy avanzado.Este volumen fue considerado por la prensa de la época como «el libro más bello que se haya editado desde Santiago del Estero».También sostuvieron que la civilización fue llevada desde las llanuras hacia las montañas, cuando los investigadores de entonces proclamaban lo contrario.La Rama B fue llamada Cultura Sunchituyoc, y su cerámica característica es bicolor, cuyo tema figurativo central es el búho acompañado de diversos diseños geométricos.Si bien no alcanzó el período colonial, se superpone a ciertas etapas tempranas de Averías.Más tarde fue identificada la tercera Rama C de los Wagner como Cultura Las Mercedes, que fue ubicada en la etapa temprana del período agroalfarero.