Entre sus murallas se alzan los palacios que albergaron a la familia imperial, así como santuarios, jardines y villas para mandarines.
Construida en 1803 bajo el emperador Gia Long como nueva capital, la ciudad cumplió principalmente una función ceremonial durante el período colonial francés.
[1] Para alzar la nueva ciudad, se consultó a los geománticos para encontrar una ubicación propicia, y la construcción comenzó en 1803.
En esta expansión se agregaron muchos edificios en una serie de patios cerrados, jardines, pabellones y palacios.
Una vez desocupada, sufrió abandono, estragos por termitas e inclemencias del tiempo, incluidos varios ciclones.
[8] La ciudad se emplaza en una ubicación simbólica, entra el monte Ngự Bình (conocido como la Pantalla Real) y el río Perfume, que atraviesa la zona.
A su vez, este lugar fue elegido por varias las colinas que representan una «pantalla protectora».
En este contexto, la Ciudad imperial se dispone conforme a las creencias cosmológicas de los cinco puntos cardinales, elementos y colores.