Las obras fueron completadas no sin dificultades, a causa de las continuas modificaciones que el arquitecto aportó al proyecto inicial: de hecho, según el diseño original, el Cisternone habría tenido un aspecto muy diferente del que se construyó finalmente.No obstante, las obras para los acabados y las instalaciones técnicas del edificio continuaron hasta 1842, año de su entrada en funcionamiento.En la planta superior, el pórtico define una amplia terraza hacia la que dan las ventanas de algunas habitaciones: aquí se encuentra la característica semicúpula, que algunos primeros proyectos de Poccianti muestran incluso sin la decoración a casetones, puesta en obra en 1837.También se ha propuesto la hipótesis de que la cúpula seccionada colocada sobre la fachada del Cisternone es una referencia simbólica al interior, habitualmente cerrado a los visitantes.Por último, se debe señalar la importancia urbanística del Cisternone que, situado fuera del centro histórico, habría certificado la presencia de la autoridad gran ducal también en los suburbios en continuo crecimiento.