Ciriaco Pérez Bustamante

Este trabajo fue publicado en 1928 con prólogo de Carlos Pereyra, historiador mexicano afincado en España.

Fue “pensionado por la Academia de la Historia para realizar estudios sobre Felipe III en Roma, Berlín y la Sorbona, habiendo desempeñado algunas misiones diplomáticas en 1946 como miembro agregado en Colombia, El Salvador y Costa Rica, dando además conferencias en Bogotá, Medellín, Cartagena de Indias, La Habana y la Universidad Americana de Harvard”.

Posteriormente permutó cátedra con Jesús Pabón, pasando a desempeñar la de Historia Universal Moderna.

Tras el asesinato de su padre, Juan Pérez de la Vega, en 1936, y considerándose en peligro, consiguió pasaporte del gobierno republicano para embarcar en Avilés con su madre, esposa e hijos, con quienes se refugió en Burdeos (Francia) en 1937.

En agosto de ese mismo año se presentó en San Juan de Luz (Francia) ante las autoridades del bando nacional, que le facilitaron el regreso a la España franquista.

Con todo, como analiza Miguel Ángel Ruiz Carnicer,[5]​ Ciriaco Pérez Bustamante fue en su contexto un franquista de “bajo perfil político”, ajeno a sectarismos.

[7]​ Su antecesor en el cargo fue Blas Cabrera Felipe y su sucesor, Florentino Pérez Embid.

Atlas, que se inició con la Colección Cisneros, destaca sobre todo por haber continuado la Biblioteca de Autores Españoles (BAE), fundada en 1846 por Manuel Rivadeneyra y retomada por Marcelino Menéndez Pelayo de 1905 a 1918.

El enfoque ideológico de estos manuales se inscribe en la publicística del Movimiento Nacional.