El Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico tenía su propia estación y sus vías corrían prácticamente en forma paralela a escasos 300 m hacia el norte, generándose un espacio entre ambas líneas que se llamó Pueblo Nuevo.
Al lotearse los terrenos a ambos lados de la avenida San Martín, la reglamentación establecía construcciones de dos pisos con jardines al frente, por lo que las viviendas son chalets tipo cottage francés o casas tipo inglesas, dándole a la zona un entorno uniforme y visualmente muy agradable.
Los chorros de agua que emergen del perímetro permiten apreciar la masa escultórica en toda su potencia.
El monumento se ha convertido en un ícono juninense, siendo uno de los lugares preferidos para espectáculos artísticos al aire libre.
En 1896, los hermanos Fortunato y Ernesto Tassara instalaron en Junín un pequeño molino de piedra accionado a vapor, al que llamaron "San José".
Una lápida realizada por el escultor Juninense César Scioli es un homenaje a Horacio de la Cámara, reconocido poeta, escritor y humanista fallecido en 1973.
La sala denominada "Raúl Scalabrini Ortiz" está destinada a elementos cedidos por Ferrocarriles Argentinos y por vecinos relacionados con la actividad ferroviaria, motor de la ciudad durante un siglo.
Además cuenta con salas de exposiciones transitorias que albergan distintas muestras patrimoniales o itinerantes.
Pertenece al grupo de estaciones principales del Ferrocarril General San Martín, en su línea troncal entre Buenos Aires y Mendoza.
A finales del siglo XIX Junín tenía dos ferrocarriles cuyas vías llegaban de manera paralela hasta la zona céntrica, separadas por apenas 300 metros.
Del lado de la calle Sáenz Peña posee una escultura creada por los arquitectos Salvador Roselli y Julio César Lazcano.
En la actualidad, los talleres están casi completamente cerrados, aunque se pueden apreciar varias construcciones inglesas enormes y centenarias.
Antiguamente llamado "Hotel Roma", fue hospedaje de destacados artistas en sus visitas a Junín, como por ejemplo Carlos Gardel.
Al construirse la Avenida San Martín quedó como un espacio sin urbanizar que era utilizado por los circos en sus visitas a la ciudad.
Dado que se destinó totalmente a juegos infantiles, es conocida por los juninenses como la "plaza de los niños".