El combustible está en forma líquida y se va evaporando en el interior del tanque a medida que se consume, manteniéndose la presión de salida del gas mediante un mecanismo regulador.
El gas butano, al ser fácilmente licuable, es sencillo de mantener en un recipiente a presión, como una bombona.
Cuando el consumo es muy bajo, es más económico porque no hay que pagar una tarifa mensual.
Esto pasa porque el gas licuado está frío y le cuesta evaporarse, e incluso puede congelarse.
En México se le llama tanque o cilindro de gas, comúnmente distribuido por auto-tanques conocidos como "pipas".
En Nicaragua se le llama tanque o cilindro de gas, comúnmente distribuido por auto-tanques conocidos como "cisternas".