Cifrado de Vigenère

El cifrado de Vigenère es un cifrado basado en diferentes series de caracteres o letras del cifrado César formando estos caracteres una tabla, llamada tabla de Vigenère, que se usa como clave.El cifrado de Vigenère se ha reinventado muchas veces.El método original fue descrito por Giovan Battista Belasso en su libro de 1553 La cifra del Sig.Sin embargo, fue incorrectamente atribuido más tarde a Blaise de Vigenère, concretamente en el siglo XIX, y por ello aún se le conoce como el "cifrado de Vigenère".Este cifrado es conocido porque es fácil de entender e implementar, además parece irresoluble; esto le hizo valedor del apodo el código indescifrable (le chiffre indéchiffrable, en francés).Para facilitar los cálculos se aprovechaba de un disco de metal que permitía cambiar fácilmente entre los diferentes alfabetos disponibles.El sistema de Alberti solo cambiaba entre alfabetos después de muchas palabras, y los cambios se indicaban escribiendo la letra del correspondiente alfabeto en el mensaje cifrado.Más tarde, en 1508, Johannes Trithemius, en su trabajo Poligraphia, inventó la tabula recta, que es básicamente la tabla de Vigenère.Trithemius, sin embargo, solo proporcionó un sistema de cambio progresivo, rígido y predecible entre alfabetos.Lo que ahora se le conoce como el cifrado de Vigenère, fue originalmente descrito por Giovan Battista Belasso en su mencionado libro de 1533, quien construyó el cifrado basándose en la tabula recta de Trithemius, pero añadió una clave repetida para cambiar cada carácter entre los diferentes alfabetos.Más tarde, en el siglo XIX, la invención del cifrado dejó de atribuirse a Vigenère.El cifrado de Vigenère ganó una gran reputación por ser excepcionalmente robusto.Incluso el escritor y matemático Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll) dijo que el cifrado de Vigenère era irrompible en un artículo titulado "The Alphabet Cipher" para una revista infantil.Esta reputación era inmerecida, considerando que el método Kasiski resolvió el cifrado en el siglo XIX, y que algunos criptoanalistas habilidosos pudieron romper ocasionalmente el cifrado en el siglo XVI.A lo largo del siglo XIX, se propusieron distintas variaciones sobre este sistema, pero que no incrementaban significativamente la seguridad y presentaban similares vulnerabilidades; entre estas estaban las siguientes:[1]​ Gilbert Vernam trató de arreglar el cifrado (creando el cifrado Vernam-Vigenère en 1918), pero a pesar de sus esfuerzos, el cifrado sigue siendo vulnerable al criptoanálisis.En este alfabeto solo existen 27 letras: En términos matemáticos, puede expresarse la función de cifrado como:, pues se encuentran en la misma posición, yviene siendo el carácter de la clave correspondiente aSe observa que a una misma letra en el texto plano le pueden corresponder diferentes letras en el texto cifrado.Un ejemplo para usar se debe guardar como .cmd para ejecutar el programa y ver su funcionamiento.
Cuadro de Vigènere con las 27 letras del español