Cifrado de Alberti

Estos discos consisten en un armazón fijo en el que está grabado un alfabeto latino convencionalmente ordenado y al final están las cifras 1, 2, 3 y 4.

Está unido a él por una pieza circular concéntrica y móvil con otro alfabeto grabado, de forma que este círculo podía moverse con respecto al otro.

Alberti aprovecha todas las combinaciones de 2, 3 y 4 cifras de estos números (336=4^2+4^3+4^4 grupos) para poder establecer un código y así aumentar la seguridad del sistema.

La clave del sistema viene definida por el orden de los símbolos en el anillo móvil y por la situación inicial relativa de los dos anillos.

En este proceso convertimos al alfabeto del texto plano, aplicamos el código de recifrado (en este caso vamos a suponer que el libro de códigos no es aplicable) y si es necesario usamos caracteres nulos.

En un primer paso obtenemos el texto plano: «LAGVERRASIFARA» Vemos que la R doble puede producir problemas y entonces podemos considerar dos estrategias: eliminarla o introducir un carácter nulo.

Clave: Se hace coincidir la «g» con la letra del disco móvil que queramos, por ejemplo, la «A».

Por tanto, si ciframos con la posición anterior de los discos hasta que pasamos a cifrar la letra «S» y ahí cambiamos, giramos y ponemos la «g» en la «Q», obtenemos el texto cifrado: Observar que cuando se realizó el giro, los discos quedan en la posición relativa: Texto a cifrar: «LAGVERASIFARA».

Clave: Se hace coincidir la «A» con la letra del disco móvil que queramos, por ejemplo, la «m».

Por tanto, el mensaje cifrado quedará: Observar que cuando se realizó el giro, los discos quedan en la posición relativa: Un instrumento parecido para ayudar a la realización de un cifrado por sustitución, monoalabético o polialfabético, es la tablilla de Saint-Cyr.

Figura 1:Disco de Alberti